"Visión de Abdías. Hemos oído una noticia de parte del Señor y un mensajero ha sido enviado a las naciones, diciendo: ¡Vamos, marchemos a la guerra contra ella!" Abdías 1:1.
ÉI escribió el libro más corto del Antiguo Testamento. Su libro tiene apenas 21 versículos, dedicados en su mayoría a profetizar contra Edom (los descendientes de Esaú), por el odio y la violencia demostrada contra Israel.
Por más que el profeta habla específicamente de Edom, el mensaje de Abdias es válido para nosotros hoy. Observa: “No debiste reírte de tu hermano en su mal día, en el día de su desgracia. No debiste alegrarte a costa del pueblo de Judá en el día de su ruina. No debiste proferir arrogancia en el día de su angustia.
No debiste entrar por la puerta de mi pueblo en el día de su calamidad. No debiste recrear la vista con su desgracia en el día de su calamidad. No debiste echar mano a sus riquezas en el día de su calamidad. No debiste aguardar en los angostos caminos para matar a los que huían. No debiste entregar a los sobrevivientes en el día de su angustia” (Abd. 12-14).
¿Entiendes el problema? Dios juzga a los enemigos de su pueblo por los mismos motivos y razones que lo hace con nosotros. Obviamente que el lenguaje que Abdias utiliza es bélico, pero en el campo espiritual -incluso social-, el mensaje es válido para nosotros hoy.
¡Qué fácil es disfrutar del mal día del otro! ¡Cuánto nos hace reír el error ajeno! Fundamentalmente, si no me toca de ninguna manera. Si además ese mal día me traerá alguna ventaja en algún aspecto, ¡es mayor la alegría! No sé si es egoísmo o envidia, pero no tengo dudas de que a uno de esos sentimientos debemos sumarle la falta total de cristianismo. Cristo jamás hizo leña del árbol caído, nosotros solemos ser experimentados “leñadores”.
DEVOCIÓN MATUTINA JÓVENES 2014
365 vidas
Por: Milton Bentancor